GENERATION GONE 4, de Ales Kot y André Lima Araújo

GENERATION GONE - ALES KOT - ANDRE LIMA ARAUJO
Ales Kot es uno de los guionistas actuales a los que sigo con mayor interés. Por ninguna obra en concreto, ya que aún no ha entregado ninguna que me haya cautivado del todo. No, es por su actitud. Ante todo, ideas, conceptos, afán renovador, a base de tomar parte del momento (desde el movimiento Occupy Wall Street y los SJW hasta el aceleracionismo, desde la ubicua cultura pop a la Hauntology...) y cocer un buen guiso a partir de ese sinfín de referentes. Algo que, digamos, gente como Grant Morrison o Warren Ellis hicieron -y en ello siguen- ya hace tiempo. Pero, en una época en la que el mainstream está dominado por las producciones audiovisuales, se agradece el que una voz joven trate de meterse por el carril contrario, y quién dijo miedo. Entre los experimentos con gaseosa del gender-bending, los hastiantes mega-eventos, retconeos y "cambios para que todo siga igual" de Marvel y DC, y con el resto buscando la fórmula para que sus series vayan a Netflix, HBO o donde sea (lo de Image canta ya; más que publicar cómics, adapta series de TV, se hayan rodado todavía o no), alguien que narra como Kot, con la chichonera del fracaso comercial olvidada en el laboratorio, tiene, afirmo, no poco mérito. Acompañen los resultados artísticos más o menos, eso casi que da igual. Pues bien: tras estos primeros cuatro números, puedo decir que Generation Gone parece un cierto intento (tras la lamentable, aunque predecible, leche fina que se metió con la cancelada Material) de usar una narrativa más coherente y al uso, sin renunciar al contenido rico en vitaminas y alcaloides. Ojalá le funcione; si esto le hace aguantar en el medio, amén, que bardos como él no me sobran.

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